La importancia del sistema de abonado
Abonar es agregar a la tierra que cultivamos los nutrientes que necesita para seguir alimentando a nuestras plantas. Y es que, aunque habitualmente no es necesario hacerlo, pues las plantas lo obtienen del subsuelo, cuando la sometemos a procesos estresantes como el cultivo constante, alteramos su composición y esto acaba mermando su composición.
Así pues, cuando abonamos aportamos materia orgánica (a veces de origen animal y otras de origen vegetal) a nuestro subsuelo. Lo que conlleva mejorar los resultados de nuestros cultivos.
En Sertec Riego sabemos lo importante que es realizar esta acción, de ahí que hayamos redactado este artículo en el que te explicamos qué es abonar, para qué sirve y qué tipos de abonados podemos realizar.
Para qué sirve abonar
El abono es una manera de enriquecer el suelo. De ahí que se componga de diferentes materiales. Y es que el suelo necesita diferentes nutrientes como los siguientes:
- Nitrógeno: Es necesario para propiciar el crecimiento de las plantas. Su carencia se muestra con manchas amarillas en las hojas y la paralización del proceso de crecimiento de la misma.
- Potasio: Es imprescindible para fortalecer a las plantas. Algo vital de cara al invierno, y a las bajas temperaturas que conlleva; así como durante el verano y sus etapas de sequía. También es muy relevante para ayudar a transportar los nutrientes por los tallos de la planta. La manera en la que sabemos que la planta tiene carencias en este sentido es la aparición de brotes delgados y de un número muy reducido de los mismos. Es importante aportar esta sustancia porque puede provocar que la planta se seque por completo.
- Fósforo: Es muy importante para el desarrollo de las raíces de las plantas. También favorece el crecimiento y la maduración de los frutos. Es fácil de detectar en las plantas ya que se oscurecen sus hojas y tiene escasa floración.
Así que, si queremos que nuestro suelo rinda al máximo y alimente adecuadamente a nuestras plantas, lo mejor es realizar este abonado en diferentes momentos del año. Este abono no sólo debe contener estos tres elementos y mantener una buena proporción entre ellos; sino también debe contener: zinc, magnesio, calcio y hierro, que son otros nutrientes esenciales para este tipo de acción.
Tipos de acción
Hay diferentes tipos de abonados. Y cada uno de ellos está recomendado para un tipo de suelo o de actividad de cultivo. Sin embargo, la principal diferencia se encuentra entre los abonos químicos o artificiales y los abonos orgánicos.
Dado que estamos hablando de tierra y de que en el suelo también residen microorganismos, lo mejor es optar por los segundos. Ya que de lo contrario podríamos alterar su estado natural. Y dentro de los abonos orgánicos hay que diferenciar entre los siguientes tipos de abonados que podemos realizar:
- Abonados de fondo. Se trata de la preparación del suelo para convertirlo en un espacio fértil. Se suele realizar antes de comenzar con a cultivar la zona, aprovechando el laboreo con el motocultor. Por ello, la materia orgánica que vayamos a repartir sobre el suelo debe estar descompuesta, nunca fresca.
- Abonados de cobertura o de superficie. En este caso estamos hablando de que el suelo necesita enriquecimiento cuando el cultivo ya ha comenzado a realizarse. Este tipo de abonado se realiza en la superficie y se va incorporando de manera leve.
- Abonados líquidos. Este tipo de abono se distribuye a través del riego. Incluso si contamos con sistemas de riego por goteo. Si tenemos riego por goteo podemos inyectarlo en la red o pulverizarlo sobre las diferentes plantas, de manera que pueda absorberlo por sus hojas.
En cualquier caso, si tienes dudas o necesitas auxilio con el tipo de abonado que necesita tu suelo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Sertec Riego somos especialistas en abonados, y contamos con todo lo que necesitas para llevarlo a cabo.